Trabajamos la motricidad fina para lograr que, con la estimulación de los músculos de las manos y dedos, estos sean cada vez más precisos. Se logra así una mayor destreza manual y coordinación visomotora. Esta mejora se reflejará de forma positiva en sus actividades cotidianas: mayor autonomía en el vestido, uso de los cubiertos con mayor independencia, menor necesidad de ayuda en el aseo, mayores posibilidades en el uso de lápices, tijeras, teclados.
De suma importancia también para su preservación en usuarios con edades mas avanzadas, para prevenir el deterioro de estas habilidades por el paso del tiempo, al verse afectadas por enfermedades como la artritis, artrosis, u otras más severas.